Sierpes

Memoria: Esta calle tenia por nombre Espaderos, siendo varias las leyendas que justifican el actual nombre de esta calle. Así, por un lado, por su trazado sinuoso en forma de curvas que asemejaban su recorrido al de una serpiente. Por otro lado, cuenta la leyenda que fue encontrada una serpiente en una alcantarilla a la cual se achacó el devorar a niños desaparecidos.
Un autor del siglo XVI, L. Peraza, escribe lo siguiente: "Llamáronla así por una quijada, que dicen ser de sierpe, que está colgada en un mesón que está en medio de esta calle". Quizás sea la calle más representativa de Sevilla.

Historia: En la Antigüedad constituía un antiguo brazo del Guadalquivir. Varios conventos y otras instituciones monásticas se construyeron durante los siglos XVII y XVIII. En el convento de San Acacio, actual sede del Circulo Labradores, llego a residir la Hermandad del Gran Poder.

También en esta calle estuvo situada la Cárcel Real, donde estuvo preso Miguel de Cervantes en la cual, parece ser, ideó El Quijote.

A principios del siglo XX ya había un gran numero de establecimientos comerciales entre los que estaban:

En el Nº 1 estaba el Bazar de Perfumería de Don José García.

En el Nº 9 se encontraba la Sastrería de Don Antonio Rodríguez.

En el Nº 33 el Casino Mercantil, en el mismo lugar que ocupa hoy día.

En el Nº 35 se encontraba el Café Suizo, de los Señores Dosch y Pulin.

En el Nº 52 el Círculo de Labradores.

En el Nº 59 estaba la fábrica de sombreros de Don José Polera.

En el Nº 82 había un despacho de pan de Don Antonio Cordón, que era proveedor de los Duques de Montpensier

En el Nº 88 había un despacho de "Hules de todas clases y pieles charoladas" de Don Enrique Gutiérrez de la Solana.

En el Nº 94 una oficina y despacho de billetes del tranvía.

En el Nª 102, una Administración de Loterías de Don Manuel de la Vega y Alcalá.